Estoy mejor que nunca. Como no hacerlo, si por fin me encuentro nuevamente; como no hacerlo si por fin dejo que me encuentren; como no hacerlo si ahora vuelvo a comprender que en la crueldad de la vida es donde se esconden los mejores tesoros de uno mismo; como no hacerlo si tengo la constancia de que hay algo al otro lado del sol; como no hacerlo si ahora tengo la oportunidad de coquetear con las tensiones del prójimo, que generan mi rebeldía; como no hacerlo si lo racional es placebo y lo irreal no deja de ser fútil.

jueves, 18 de abril de 2013

RESPECTO A LA CONFLICTIVIDAD GREMIAL

El principal problema con el sector gremial (comercio en vía pública) siempre depende mucho de la coyuntura: cuando la política urbana define registrarlos para su formalización y sistematización, a solicitud de ellos mismos, el mayor problema es ese mismo registro. No porque el registro fuese un problema en sí mismo, sino porque acarreaba entre sus causas gran diversidad de problemas, generalmente individuales, que sumándose ponían en riesgo permanente el buen funcionamiento de la administración municipal. En este aspecto, una de las soluciones más solventes fue la reducción de la burocracia, que es lo que hizo meritorio a diversos reconocimientos al principal responsable.
Otro problema complejo pero menos recurrente era el tema de reubicaciones y ordenamientos, sin embargo será un común denominador durante la nueva gestión.
Siempre hay que tomar en cuenta que la modificación del status quo es generadora de conflictos y el ordenamiento gremial siempre será un conflicto en potencia.
Existen otros problemas más de fondo que tienen estrecha relación con la idiosincrasia: pretensión de tráfico de influencias, manipulación política, corrupción, etc., que son problemas latentes a los cuales no deben subestimarse en ningún momento.
Así mismo existen problemas recurrentes que generalmente van ligados con las actividades eventuales: Entradas Folklóricas, Navidad, Feria de Alasitas, en fin, toda aquella actividad que se realiza con fechas preestablecidas y en honor a algún evento trascendental.
Como problemas menores siempre se presentan las afectaciones temporales por alguna obra que, en algunos casos pueden significar serios conflictos, como el caso de la construcción de la pasarela de la Perez Velasco (que implica remoción de capa base en una plaza comercial, aceras y calzada de la principal vía de la ciudad). En el término medio están las obras como la que se está ejecutando actualmente en la calle Sagárnaga (Paraje de gran atractivo turístico en el cual se está interviniendo la capa base de aceras y calzada) que, si se prolongara más allá de la época de alto flujo turístico, podría reventar una crisis de conflictividad. Y las obras de menor impacto como las realizadas en Miraflores actualmente que, en realidad no significan una verdadera afectación de los intereses de los gremiales involucrados, simplemente se los está recorriendo unos metros pero siguen en contacto con su clientela cautiva; en éste caso los generadores de conflictos pueden ser otros factores como el tema del polvo levantado por la obra o el ruido de la maquinaria, aspectos que son generalmente tolerados por los gremiales bajo el argumento que apoyan al desarrollo de la ciudad.
Es muy común también que se presenten otros casos que hábilmente son derivados a instancias judiciales. Estos generalmente son originados por el abuso del espacio (exceso en las medidas o área de trabajo) que afectan al puesto vecino o a los dueños de la casa donde apoyan su tarima; ocasionalmente se da el caso de falta de higiene o carente empatía entre los involucrados; o, finalmente, son verdaderos conflictos socioeconómicos camuflados bajo estos pretextos: es decir que por el precio de los espacios públicos en el ambiente especulatorio (es decir el estelionato de espacios públicos), camuflan una serie de deudas, estafas, rescisiones de anticresis, ilegales pagos de honorarios a los dirigentes, prebenda política, etc., simulando que el interés principal no es el económico sino el abuso de espacio.
En fin, pueden existir infinidad de causas que detonan conflictos con los gremiales. Lo importante es saber y poder identificar claramente cuales son los actores involucrados, sus necesidades, intereses y posiciones. Al negociar se debe conciliar intereses sin afectar las necesidades y dejando de lado las posiciones; por ejemplo, la necesidad de un gremial es llevar el pan de cada día a su hogar, su interés es ganar la mayor cantidad de dinero con sus ventas, su posición puede ser tomar medidas de presión y oponerse (valga la redundancia) a la ruptura de su status quo
Si se comprenden perfectamente los límites entre sus necesidades y sus posiciones, se deduce claramente el interés, por lo que puede planteárseles alternativas que no les afecten en esencia (necesidad) y los hagan desistir de una posición radical. Pero sobre todas las cosas, debe entenderse que la mayor parte del conflicto se resuelve en escuchar a las partes, equilibrar poderes y hacerles partícipes de las soluciones (empoderamiento), basando cualquier acuerdo en la absoluta libertad que tiene cada uno de ellos.

02/06/2010

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