Estoy mejor que nunca. Como no hacerlo, si por fin me encuentro nuevamente; como no hacerlo si por fin dejo que me encuentren; como no hacerlo si ahora vuelvo a comprender que en la crueldad de la vida es donde se esconden los mejores tesoros de uno mismo; como no hacerlo si tengo la constancia de que hay algo al otro lado del sol; como no hacerlo si ahora tengo la oportunidad de coquetear con las tensiones del prójimo, que generan mi rebeldía; como no hacerlo si lo racional es placebo y lo irreal no deja de ser fútil.

viernes, 10 de octubre de 2014

DESQUITE

Así, cuando me rebosa en aluviones
la tendencia a crear espacios en mi ser,
para que luego queden agobiantes vacíos,
cuyo eco de nostalgia palpita
hasta cristalizar el tuétano;

Cuando mi “no lugar” se encuentra
colmatado por tu ausencia
y el peso de una lágrima
alisa las arrugas de mis párpados,
cual si fueran las acequias
destinadas a conducir aquel riego de pesar
por la aridez de un rostro herido;

Cuando no desisto de preguntarme:
¿por qué no dejamos todo de lado
y nos entregamos plenamente,
rebosando la sinceridad
que carcome nuestro silencio?

Entonces solamente deseo desmarañar
aquel nudo en la garganta
que enreda las tripas con el corazón
enclaustrando al cerebro
en un confuso mariposario
de shock y cortocircuitos;

Solamente deseo quedar así:
absorto, hipnotizado, fascinado,
contemplándote eternamente,
exhalando el amargo extravío
y evaporando la hiel de resaca ajena;

Solamente deseo admirarte
con respeto y holgada distancia,
como cuando se aletarga la razón
junto a prosaica hoguera,
cuyas llamas siempre reflejan
el negativo de un alma extraviada,
deshilachándose de soledad
al compás de aquellas brazas
que pierden brillos ante la muerte,
agotándose en magras cenizas
de un candor pasional pretérito.

Así de lejano, para evitar asfixiarte
privando la frescura de tu esencia,
pero también así de próximo,
aspirando tu fragancia a dulce resina,
degustando tu incienso y mirra,
evitando adolecer de tu cobijo.

10/10/2014