Siento que a ratos le tengo afecto, otros, la quiero y generalmente la amo. A ratos la extraño y otros, la deseo. A ratos creo que soy un fetichista que hace el amor con una sombra, que se deja tocar pero no sabe seducir; y, mientras busco un mimo, una caricia, un olor o su calor, ella se desvanece en la oscuridad dejando un orgasmo sin concluir en mi interior, el cual me incita estrepitosamente a gritarle cuanto la necesito, pero, lastimosamente, no puedo... no debo ni me animo.
23/02/1996
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