Estoy mejor que nunca. Como no hacerlo, si por fin me encuentro nuevamente; como no hacerlo si por fin dejo que me encuentren; como no hacerlo si ahora vuelvo a comprender que en la crueldad de la vida es donde se esconden los mejores tesoros de uno mismo; como no hacerlo si tengo la constancia de que hay algo al otro lado del sol; como no hacerlo si ahora tengo la oportunidad de coquetear con las tensiones del prójimo, que generan mi rebeldía; como no hacerlo si lo racional es placebo y lo irreal no deja de ser fútil.

miércoles, 17 de abril de 2013

¿DONDE LA DEJÉ?

¿Donde estará mi imaginación?
¿Se quedaría extraviada en aquellos días de mi niñez, cuando vivía rodeado de historias y fantasías? posiblemente si.
Tal vez la abrupta interrupción de una intranquila adolescencia, despreocupada y revoltosa, fue la causa de su muerte.
¿O, sería el ingreso a la madurez lo que la cercenó?
Con tantos ires y venires quedo olvidada. Por una conciencia ocupada en las realidades de mi gente, la abandoné. Constantes aflicciones, nuevas necesidades y, sobre todo, un posible miedo la desplazaron.
Vergüenza quizás, de ver que tengo alma de niño, y rubor al pensar que pueden verme jugando; fobia al qué dirán.
La verdad, no lo sé, pero me angustio...
¡La extraño!

10/10/2000

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