Melaza, estás enteramente cubierta de melaza. Aparentas ser una colmena llena de dulce miel, mas simplemente cargas una gruesa cáscara de parda melaza, la cual es llena de almíbar en la superficie y va tornándose amarga en la medida que se hurga su interior.
Melaza, cubierta transgénica que camufla lóbregas pretensiones. Melaza absolutamente pegajosa y parda, parda oscura, cubre con su oscuridad lo que hay en su núcleo.
Melaza envolvente, lleva adentro sangre y dolor. Melaza hiriente, con la que clavas filas hojas de estilete, vertidas de tu viperina lengua y ensañadas para malograr mi razón.
Cálida melaza que endulza el ansia de hogar. Candente melaza brota de tu corazón, cual hirviente lava que derrite el mío, dejando gruesa costra de dolor y frustración. Ardiente melaza que ampolla mi existencia toda.
Otrora candente melaza, como el caramelo se tiesa al encontrar amenazas en el ambiente. Melaza, dura y pétrea melaza, afilada cual sable marcial. Golosina endurecida por la rutina, corta de cuajo añoranzas y cubre de frío cristal las aspiraciones.
Melaza, amarga cual resina, viertes ponzoña y sigues luciendo sangre de caña. Fermento embriagante que dejas la resaca enmelada de por vida. Melaza, trampa de avispa, fullería cruel, agonía profunda y muerte escalonada. Melaza, simple melaza, toxina enmelada.
10/08/2013
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