Arlequín, jocoso y ridículo arlequín.
Vistes adrede el traje de la miseria,
luciendo orgulloso los colores del papelón.
Títere y esclavo, creyéndote el magno rey,
no haces más que obedecer y traicionar.
Arlequín, ingenua marioneta del poder.
Vendiendo voluntariamente tu servidumbre
oligofrénicamente te sometes, arlequín,
al pútrido y cano druida simulado.
Arlequín, cortesana vulpeja te tiene atrapado,
hechizo cristalino y engaño adulador.
Ser maléfico y pervertido
de intención negra y traje gris,
que con viperina lengua ácida
disimula ser repuesto y no carburador.
Arlequín, tu conciencia cual presa
brindas en ofrenda al mago y rufián.
Rifas tu patria y pudres tu ser,
supurando cicuta con almíbar.
Arlequín, por bien deja la soberbia arlequín,
que más que el marido de Adán,
eres simple gorrón en la manzana,
vestido por el sastre de emperador.
17/08/2013
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