Estoy mejor que nunca. Como no hacerlo, si por fin me encuentro nuevamente; como no hacerlo si por fin dejo que me encuentren; como no hacerlo si ahora vuelvo a comprender que en la crueldad de la vida es donde se esconden los mejores tesoros de uno mismo; como no hacerlo si tengo la constancia de que hay algo al otro lado del sol; como no hacerlo si ahora tengo la oportunidad de coquetear con las tensiones del prójimo, que generan mi rebeldía; como no hacerlo si lo racional es placebo y lo irreal no deja de ser fútil.

jueves, 10 de abril de 2014

EUTANASIA IV

Un nuevo capítulo levanta su telón en esta extraña vida que vengo acarreando con lastres de impotencia. Oportunamente y sin necesidad de réplica alguna, la doncella que vela mi ser aparta sus pesares, clarifica su entonación y se dirige ante mí, como si pudiera yo romper su monólogo con alguna respuesta. Así desembrolla abruptamente un desarticulado discurso, con tantas crestas y valles, cuyo barítono arrastra incongruencias desmoronadas entre escarpadas y retórica remontada por farallones verticales, concluyendo con poda: deshojando ideas que cristalizan aquel pasado que he llevado a cuestas por medio de un sueño sin fin ni génesis.


Huelga replicar nuevamente todo ese aluvión de anécdotas, enturbiado con variopintas sensaciones mal digeridas y adjetivos que desmenuzan una existencia impalpable, mas del relato debo rescatar la conclusión que alega mi estado actual. Entre altibajos de tensión y ahogos involuntarios, pudo su aguda voz confirmar la veracidad de aquel accidente en la motocicleta, desvaneciendo las presunciones de mi sueño, para asirlas en una realidad pretérita, que me tiene enclaustrado en ésta excrecencia inmóvil.

10/4/14

CONTINUARÁ...


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tus comentarios me retroalimentan