Estoy mejor que nunca. Como no hacerlo, si por fin me encuentro nuevamente; como no hacerlo si por fin dejo que me encuentren; como no hacerlo si ahora vuelvo a comprender que en la crueldad de la vida es donde se esconden los mejores tesoros de uno mismo; como no hacerlo si tengo la constancia de que hay algo al otro lado del sol; como no hacerlo si ahora tengo la oportunidad de coquetear con las tensiones del prójimo, que generan mi rebeldía; como no hacerlo si lo racional es placebo y lo irreal no deja de ser fútil.

jueves, 17 de abril de 2014

EUTANASIA V

Siento un abrupto despertar, entorpecido con aquella carga sobre mi pecho que últimamente se hace rutinaria, quemándome la congestión pulmonar subyacente, a la vez que una extraña existencia me besa, arrancándome por el conducto bucal lo poco que me queda de alma. Pesada extracción que contrae fuertemente mi esternón hasta dejarme sin halo de vida. Tortura recurrente que acompaña el ardor de mi lacerado cuerpo, volteando mi conciencia nuevamente al tiesto de pesadillas desarticuladas.

Así, quebrado, inerte, paralizado, obtuso, tengo el espíritu maltrecho que se aloja en un pútrido cuerpo sin vida. Refusilos constantes de despertares agónicos me colman de conciencia respecto a lo que pasa en mi entorno, sin poder hacer yo más que aguantar unos segundos sin desfallecer ante mi tortura. Lúcidos reflejos que me acercan a aquellos que velan mi purga, alimentándome con migajas de vida que serán secretadas por el ánima, que luego volverá a montarse en mi pecho para darme el doloroso beso extractivo.

Tragedia constante que chupa los pocos recuerdos de mi doncella y el bello niño que la acompaña para llorar a su padre. Peregrinos que con suma constancia se derriten en sollozos ante mi lecho, sin animarse a ejercer la vida que sonroja sus mejillas, sin cumplir con los designios que les dota sus hábiles cuerpos, desfallecen junto a mí, cual si fueran parte misma de la parálisis que me agobia. Enmohecida cadena que los ata al verdugo creador de eslabones, restando sentido a su humanidad, para anclar en pena el pantanoso destino al cual los aferró una imprudencia. Lastre invasivo que va carcomiendo el sentido vital de quienes se contaminan con su condolencia, aferrando hipocresías puritanas ante una evidencia que trasciende ficciones sociales, cuando al punto final sólo le basta un poco de cordura extraída del tintero.

17/04/2014
                                                                                                                    
(Ver: http://santiagoalonsomedeirosurioste.blogspot.com/2014/03/eutanasia.html; http://santiagoalonsomedeirosurioste.blogspot.com/2014/03/eutanasia-ii.html; http://santiagoalonsomedeirosurioste.blogspot.com/2014/04/eutanasia-iii.html y http://santiagoalonsomedeirosurioste.blogspot.com/2014/04/eutanasia-iv.html)


CONTINUARÁ...


No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Tus comentarios me retroalimentan