Estoy mejor que nunca. Como no hacerlo, si por fin me encuentro nuevamente; como no hacerlo si por fin dejo que me encuentren; como no hacerlo si ahora vuelvo a comprender que en la crueldad de la vida es donde se esconden los mejores tesoros de uno mismo; como no hacerlo si tengo la constancia de que hay algo al otro lado del sol; como no hacerlo si ahora tengo la oportunidad de coquetear con las tensiones del prójimo, que generan mi rebeldía; como no hacerlo si lo racional es placebo y lo irreal no deja de ser fútil.

lunes, 21 de julio de 2025

CONVOCATORIA PARA LOS “NADIES”

 

Somos los que no colgamos pasacalles. Somos los que no engrudamos afiches con propaganda partidócrata. Somos los que respetamos el silencio. Los que no surcamos calles con banderas ni megáfonos. Los que ocupamos plazas para gozarlas, no para ahuyentar la vida de ellas. Los que no encontramos brújula en ninguna sigla, pero igual sabemos dónde está el norte. Los que creemos que la ciudad no se ensucia por falta de limpieza, sino por exceso de propaganda. Somos los “nadies”, y esta es nuestra fiesta democrática sin cotillón institucional.

Las papeletas están impresas, sí. Pero nuestras ideas no caben en ellas. Se llenan de siglas, no de propuestas. Reflejan escaños, no convicciones. Están coloreadas con la tinta de la prebenda y el transfugio. Nos llaman indecisos. Las encuestas nos reducen a un acrónimo: NS/NR. Pero somos la única tendencia que crece cinco puntos por semana. Y sólo sabemos que ellos no merecen respuesta. Porque votar no es elegir, cuando nadie propone futuro.

Los partidos repiten el libreto como ecos de mausoleo. Las alianzas se pegan con cinta de urgencia ideológica (o incluso con chicle). Dicen: “yo no soy como ellos” y así, todos se convierten en el mismo otro. Y la competencia de quien alarga más su cola de paja se acerca a la bandera de cuadros. Buscan nuestro voto en obligatorias urnas, para administrar ruinas. Lavan dinero y contrabandean conciencias. Ofrecen cambio sin cambiar el guión.

Nosotros buscamos visión, no reacción. Políticas con poesía, no con planillas. Los “nadies” no somos vacío, somos semilla. No nos abstiene la flojera, sino nos mueve la reflexión ética. No votamos por bronca, sino por belleza política.

Queremos ciudades sin afiches engrudados, sin banderas de censura. Queremos ser país y no un plástico paisaje casi virtual. Queremos futuro, no presente tergiversado. La posverdad nos ahoga, nos consume. Queremos discursos que no trasquilen al ciudadano como oveja electoral. Queremos creatividad cívica. Gestos que no contaminen la urbe ni la conciencia. Exigimos coherencia, no corrupción sinvergüenza. Exigimos ideologías, no idolatrías.

Nos representa el silencio más que el slogan. Desearíamos que votar en blanco también sea un grito. Estamos cansados de elegir entre lo malo y lo peorcito. Invocamos a quienes quieran pensar antes de votar. Convocamos a quienes no buscan gobierno, sino convivencia.

Exigimos no vender esperanza sin fundamento. Ni permitir que el Estado se confunda con espectáculo. Ni rendirnos ante la futilidad administrativa. Ni confundir popularidad con proyecto. Ni permitir que los pasacalles y el griterío tengan más protagonismo que los manifiestos, los planes estructurados y las ideas cuerdas. Ya nos cansamos que los pasacalles pasen por sobre nosotros, que las campañas nos confundan, nos corrompan y nos conviertan en rebaños aturdidos y descreídos.

Quisiéramos que nos permitan votar por “nadies”, por los que aparentemente no existen: los honestos, los comprometidos, los desinteresados, los auténticos, los ingobernables, los que ofrecen verdad ante la incertidumbre, los que nutren con proyectos, los que unifican, los que acompañan y guían de abajo a arriba, los que escuchan y proponen, los que realmente construyen. No es que no haya opciones, sino que ninguna merece aún ser algo más que opción.

El voto es ritual y nosotros somos herejía. Hagamos de agosto un mes de poesía civil. De urnas que tiemblen ante el papel marcado con conciencia. Y ojalá logremos que los payasos vuelvan al circo, y los comprometidos con el país lleguen a los escaños merecidos. Que los curules se llenen de coherencia, no de pragmatismo ni componenda.

 


(SAMU 21 de julio de 2025)

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