Ya se liberaron en la estepa
las voraces jaurías de canes y lobos,
cuyos espumantes hocicos
esperan deglutir sin piedad
nuestras voluntades cautivas.
Entre oscura noche ora opaca penumbra,
vivimos arrodillados a su voluntad
Pesares delicadamente decorados
con luminosas guirnaldas de placebo.
Haciendo lid encarnizada
a una magra tierra agreste,
que sólo requiere de conciencia
y desenvolvimiento local,
aún tribulado por ánimas corrompidas
marinadas en el goce particularizado.
(8 de mayo de 2014)
me gustó, tiene buen contenido y buen lenguaje poético
ResponderBorrarmuy bien Santiago
ResponderBorrarun saludo desde Uruguay
muy bueno!
ResponderBorrar