Veinte días de letargo, rápido aluvión del tiempo.
Veinte días de siembra anímica sin cosecha,
veinte días adormilado en el pretil del infinito,
veinte días perversamente carcomidos por rutina,
seniles frutos de desgaste, anoréxica sequía neurótica.
Veinte días de sangrantes espaldas,
veinte días de encallecidas manos,
veinte días de aguda migraña,
veinte días sin producto alguno,
desdicha frustrante, falso afán mediático,
hipocresía industrializada, nimia explotación.
Veinte días de tu ausencia, ecos de sinsabores.
Fermento, fracaso, carroña y cadáver.
Absoluto vacío, retumbos de nada.
Veinte días roído entre manecillas.
28/11/2013
ME GUSTA
ResponderBorrar